Por azúcares libres aquellos añadidos a los alimentos y bebidas industriales y a los azúcares presentes en la miel, j jugos de frutas y concentrados de jugos de frutas, sean monosacáridos (como la glucosa o lafructosa) o disacáridos (como sacarosa o azúcar de mesa).
La OMS indica que existe evidencia suficiente para afirmar que una ingesta limitada de azúcares libres en menos del 10% de la ingesta total de energía reduce el riesgo de sobrepeso, obesidad y caries dental. Añade que el propugnar cambios por parte de las administraciones públicas conseguirían reducir la carga de enfermedades no transmisibles, como la obesidad.
Por desgracia, parte de los azúcares que se consumen hoy están "ocultos" en los alimentos procesados que generalmente no se consideran dulces, de ahí que su consumo no es advertido por la población. Por ejemplo, 1 cucharada de salsa de tomate contiene alrededor de 4 gramos (alrededor de 1 cucharadita) de azúcares libres, o una lata de refresco azucarado contiene hasta 40 gramos (alrededor de 10 cucharaditas) de azúcares libres.
La ingesta mundial de azúcares libres varía según la edad, el entorno y el país. En Europa, la ingesta en adultos oscila entre el 7 y el 8% de la ingesta total de energía en países como Hungría y Noruega, y entre el 16 y el 17% en países como España y el Reino Unido. La ingesta es mucho mayor entre los niños, oscilando entre aproximadamente el 12% en países como Dinamarca, Eslovenia y Suecia, hasta casi el 25% en Portugal. También hay diferencias rurales / urbanas. En las comunidades rurales de Sudáfrica, la ingesta es del 7,5%, mientras que en la población urbana es del 10,3%.
La última evidencia científica demuestra:
- que los adultos que consumen menos azúcares tienen un peso corporal más bajo y,
- que al aumentar la cantidad de azúcares en la dieta se asocia con un aumento de peso.
- que los niños con la mayor ingesta de bebidas azucaradas tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que los niños con una baja ingesta de bebidas azucaradas.
Se han realizado pocos estudios epidemiológicos en poblaciones con bajo consumo de azúcares. Solo existen tres estudios poblacionales a nivel nacionales que comparan la presencia de caries dental en relación a la cantidad de ingesta de azúcares, menor del 5% de la ingesta total de energía frente al 5%-10% de la ingesta total de energía, indicando un aumento del número de caries en El Segundo grupo de personas.
Estos estudios basados en la población se llevaron antes de la Segunda Guerra Mundial durante un período en que la disponibilidad de azúcares era de 0.2 kg por persona. Este "experimento natural", que demostró una reducción en la caries dental, proporciona la base para la recomendación de que reducir la ingesta de azúcares libres por debajo del 5% de la ingesta total de energía proporcionaría beneficios adicionales para la salud en forma de caries dental reducida.
Las pautas de azúcares deben usarse junto con otros objetivos dietéticos, en particular los relacionados con la reducción de grasas y de ácidos grasos, incluidas en los alimentos ultraprocesados.
