La mayoría de las mujeres aumentan de 11.5 a 16 kilogramos durante el embarazo. Durante el primer trimestre, este aumento oscila entre 1 y 2 kilogramos. Durante el resto del embarazo es normal ganar 0.5 kilogramos por semana. La mayoría del aumento de peso durante el embarazo no corresponde a grasa sino que se puede atribuir a:
- Feto - Recién nacido: 3.5 kilogramos
- Placenta: 1 a 1.5 kilogramos
- Líquido amniótico: 1 a 1.5 kilogramos
- Tejido mamario: 1 a 1.5 kilogramos
- Crecimiento del útero: 1 a 2.5 kilogramos
A pesar de que algunas revisiones sistemáticas no han demostrado claramente la eficacia de las pautas dietéticas y los cambios de estilo de vida en el periodo prenatal, cuando la gestante presenta sobrepeso u obesidad con carácter previo existe la recomendación general de promover un peso adecuado durante el embarazo.
Un estudio realizado en los Estados Unidos demostró que era posible promover una intervención en la conducta de mujeres embarazadas, con el objetivo controlar diariamente su alimentación, disminuyendo los alimentos altos en grasa, y aumentar la actividad física.
La Nutrición durante el embarazo
Las pautas nutricionales combinadas con técnicas de cambio de comportamiento y actividad física pueden ser necesarias para controlar el exceso de peso en embarazadas con obesidad. Sin embargo, parece obvio que promover la actividad física en mujeres obesas, y en particular durante el embarazo, puede ser difícil de conseguir. Especialmente si éstas no están acostumbradas a la práctica deportiva antes del embarazo.
Es habitual que las mujeres aumenten de peso durante el embarazo y que muchas lo pierdan después de manera gradual. En este sentido, las mujeres que regresan a su peso anterior al embarazo en un periodo aproximado de seis meses tienen un riesgo menor de presentar sobrepeso diez años después. Sin embargo, las mujeres que tienen dificultades para perder el peso durante el posparto tiene mayor riesgo de obesidad.
Atendiendo a la literatura revisada, CINIB aconseja combinar durante el embarazo una dieta saludable para perder peso y realizar ejercicio periódico para mejorar el estado físico cardíaco y preservar la masa corporal magra, ya que parece ser más efectivo a la hora de recuperar el peso tras el parto que seguir dieta únicamente. Especial atención merecen las mujeres que procuran alimentación materna con pautas nutricionales controladas y con pruebas analíticas seriadas que eviten los déficit de micronutrientes.