La comida real no está “enriquecida en” o se anuncia “rica en”, “baja en”, “light”, “desnatado” ¿por qué? Porque no lo necesita...
La comida real no está “enriquecida en” o se anuncia “rica en”, “baja en”, “light”, “desnatado” ¿por qué? Porque no lo necesita. Hay que aprender a leer etiquetas para detectar los buenos procesados, sin embargo, la comida real no lleva etiqueta, o por lo menos no con grandes listas de ingredientes. Promover la compra de alimentos en el mercado de abastos de tu localidad, garantiza una alimentación menos procesada, más saludable, más sostenible y beneficiosa con la economía alimentaria de tu zona.
La reformulación de alimentos procesados insanos en su variante adaptada “más saludable” todavía sigue siendo perjudicial. El mensaje no debe ser comer alimentos procesados con menos azúcar, con más omega 3 o con menos sal, dado que, el alimento real es más que la suma de sus nutrientes, es la matriz en la que vienen y las interacciones entre ellos y nuestro organismo.
No obstante, no estamos en contra de la industria alimentaria o de los supermercados. Gracias a la industria podemos tener alimentos con mejor conservación y duración (ej.: lata de sardinas, legumbres en bote), con buenas medidas de higiene y seguridad alimentaria (menos casos de intoxicaciones alimentarias), nuevos alimentos con un procesamiento que aumenta su calidad nutricional (ej.: aceite de oliva virgen extra, aceite virgen de coco, etc.), alimentos que sean más fáciles de preparar y consumir (ej.: vegetales cortados, limpios y listos para servir), etc. ¡Los buenos procesados son también comida real!