Javier Salas | El País
Asociaciones de médicos piden la retirada de alimentos poco saludables de las máquinas de los hospitales. Los médicos están hartos de curar rodeados de alimentos que enferman.
Asociaciones de médicos piden la retirada de alimentos poco saludables de las máquinas de los hospitales. Los médicos están hartos de curar rodeados de alimentos que enferman, productos alimenticios insalubres en el templo de la salud. En un país con altos índices de trastornos de salud derivados de una mala dieta, es un contrasentido que en los hospitales se oferten esencialmente "los mismos productos que hacen que la gente enferme: ultraprocesados, bollería industrial, bebidas azucaradas... todo lo que se asocia a la mala alimentación", asegura Carlos Fernández Escobar, médico y uno de los impulsores de una iniciativa que pretende poner fin a esta situación. "Nos echaríamos las manos a la cabeza si pusieran una máquina de tabaco en la sala de espera y esto es igual", recalca.
La campaña para acabar con estas máquinas en instalaciones sanitarias, aprobada en la asamblea de la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES), ya ha sido respaldada formalmente por la Asociación de Enfermería Comunitaria, el Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, la Sociedad Española de Epidemiología, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene y la ONG Justicia Alimentaria Global.
"Nos echaríamos las manos a la cabeza si pusieran unam áquina de tabaco en la sala de espera y esto es igual"
El manifiesto de ARES "sobre la presencia de alimentos poco saludables en máquinas expendedoras de centros sanitarios" comienza señalando que la epidemia de obesidad "es en gran parte atribuible a la enorme disponibilidad de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados". Y dado que en la obesidad “es mejor prevenir que curar” ya que existen importantes evidencias de que el “ambiente alimentario” que nos rodea es fundamental en la salud, demandan la retirada de estas máquinas. "No deja de sorprender que en la situación actual existan bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados en máquinas expendedoras de nuestros centros sanitarios. Diversos organismos (OMS, Universidad de Harvard, Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria) han señalado a estas máquinas expendedoras como potenciales puntos de actuación para mejorar nuestro ambiente alimentario", argumenta. Y concluye: "Es contrario a la ética médica y sanitaria que en los mismos centros donde se atiende a la salud de la población se suministren productos que contribuyen a enfermarla".
El documento resalta las preocupantes cifras que muestran el aumento de la obesidad como un "desafío para la salud pública española". Un 62% de la población adulta padece sobrepeso u obesidad, un porcentaje que supera el 38% entre los niños, y el exceso de peso es el primer factor de riesgo de pérdida de salud y el tercer factor de riesgo de mortalidad en España, responsable de casi 45.000 muertes anuales, más de un 10% del total. Además, señalan que este exceso de peso está asociado a un enorme coste social y económico, de unos 5.000 millones de euros al año, más del 7% del gasto sanitario español.
"Esta campaña va dirigida a todas las autoridades sanitarias que tienen algo que decir, incluidas las gerencias de los hospitales que se encargan de contratar estas máquinas", explica Fernández, vocal de ARES y residente de Medicina Preventiva y Salud Pública del Instituto de Salud Carlos III. "La responsabilidad es compartida: desde el Gobierno a las consejerías, quienes aprueban normativas y los propios hospitales que podrían actuar de otro modo", añade. El documento demanda a las autoridades sanitarias que evalúen la presencia de alimentos y bebidas poco saludables en las máquinas expendedoras de los centros sanitarios y las reemplacen por otros con un perfil nutricional saludable.
El documento demanda que se evalúe la presencia dealimentos insanos en las máquinas de los centro s sanitarios y las reemplacen por otras saludables.
Es lo que están haciendo ya en la Comunidad Valenciana y Murcia, donde han impulsado regulaciones que limitan la bollería industrial y las bebidas azucaradas de las máquinas vending de los hospitales. En Murcia se obligará a sustituir esos productos por alternativas más saludables como zumos, frutas o verduras. Otros hospitales, de forma individual, han tomado decisiones similares, como el Clínico San Carlos de Madrid o el Complejo Hospitalario de Albacete. "No hay ninguna justificación para que estos productos se vendan en los hospitales, no debemos seguir haciendo la vista gorda", denuncia Fernández. De momento, mientras ARES prepara un estudio para analizar en detalle la situación en Madrid, han comenzado a distribuir este manifiesto entre los residentes de preventiva para que empiecen a influir en sus entornos. Más adelante, pretenden hacer llegar esta campaña a las consejerías de sanidad de toda España.
FUENTE: https://elpais.com